“Aquel que le guste la practica sin la teoría, es como el marino que navega barcos sin timón ni brújula y nunca sabe dónde anclar”. Leonardo da Vinci. En el pasado, la dirección del entrenamiento deportivo era una actividad esencialmente empírica. Los conocimientos se impartían sin ningún tipo de estudio, análisis o investigación. Al retirarse un atleta destacado, sus laureles deportivos eran la mejor carta de presentación para constituirse en el nuevo “maestro”, quien enseñaba de acuerdo a su propia experiencia, con base al método de ensayo y error. Por...